Claudio Galeno

Resulta imposible en el poco espacio que proporcionan estas páginas describir detalladamente la inmensa obra de Galeno, pero si podemos y debemos, mencionar algunos de sus aspectos principales, del hombre y del médico.

Todos sabemos que Galeno fue uno de los médicos más destacados de la antigüedad, tanta fue su importancia en la medicina que todavía llamamos a los médicos por su nombre. El término «Galeno» se convirtió en el epónimo coloquial de los médicos, usado para referirnos a ellos.                                                                                                                                                                                                                                                                                  Dentro del estudio de la Anatomía son conocidas cuatro estructuras que aún llevan su nombre como, «la vena cerebral magna», «el asa nerviosa sensitiva del vago», «la vena marginal derecha del corazón», «la glándula lagrimal principal». En neurología también es conocida una entidad clínica denominada «malformación arteriovenosa» de la vena de Galeno (MAVG), que aparece durante el período embrionario y da lugar a una compleja red de vasos arteriales y venosos que generan una derivación de sangre desde el parénquima cerebral hacia la malformación, con repercusiones hemodinámicas y neurológicas.

La fecha del nacimiento de Galeno se sitúa entre los años 129 o 130 d.C. en Pérgamo, Asia Menor. Motivado por su padre, Aelius Nicón, comenzó a estudiar medicina en el Asclepeión de Pérgamo, al cual ya nos hemos referido, también lo hizo en Esmirna, Corinto y Alejandría, donde ampliando sus conocimientos se convirtió en el médico más conocido de la antigüedad, después de Hipócrates.

Tenía 28 años cuando regresó a Pérgamo en el año 157. A esa edad fue designado como médico de la escuela de Corinto, cargo que ejerció con esmero y habilidad por espacio de cuatro años, adquiriendo experiencia personal en el arte curativo, en tratamiento de heridas, de huesos, articulaciones y músculos. En el 162 Galeno se trasladó a Roma, donde se destacó por su destreza en la curación de enfermedades, y su elocuente retórica. Fue médico de los emperadores Marco Aurelio y de su hijo y sucesor, Cómodo.

Como el hombre culto que fue, Galeno no era ajeno a la filosofía griega. Como ciudadano, identificado con la filosofía ateniense, mantuvo una posición ecléctica entre la filosofía idealista de Platón y el naturalismo y realismo de Aristóteles, aunque, al parecer se identificaba más con el materialismo aristotélico, que concebía la experiencia como medio para comprender la realidad. Como seguidor de Platón, Galeno consideraba que el organismo estaba gobernado por tres órganos, el Hígado, donde se elaboraba el pneuma físico, (la sangre venosa) que se distribuía por las venas; el corazón donde se originaba el pneuma vital (sangre arterial) distribuida por las arterias, y el Cerebro, centro del pneuma psíquico, difundido por los nervios.
«El pneuma está en el aire –decía– y, al respirar, es introducido en el cuerpo a través de los pulmones. Toda la fisiología humana está dedicada a adaptar este pneuma a las tres formas de vida que tenemos, permitiéndose así crecer, movernos y pensar. La primera adaptación o cocción tiene lugar en el hígado, la segunda en el corazón y la tercera en el cerebro, dando lugar, respectivamente a los tres tipos de pneuma».                                                                                                                                                                                                                                                        Ahora, como seguidor de Aristóteles, Galeno consideraba al organismo como una maquina maravillosa y perfecta, «que no podía igualar ni soñar ningún arte humano, porque esta maravilla había sido creada por el artífice supremo para una finalidad suprema».

El Galeno materialista, consideraba al cuerpo humano como un compuesto de partes sólidas, los órganos y humores, los fluidos como la sangre, el mocus, (el humor espeso y pegajoso que segregan las membranas mucosas), las bilis, amarilla y negra. En sus investigaciones utilizaba la lógica aristotélica para dotar de rigor científico a la medicina de su época. La concebía como un instrumento que permitía al médico penetrar en la naturaleza y estructura de los cuerpo mediante el análisis y la síntesis. Junto a la lógica consideraba que se debía cultivar y dominar la física y la ética para ser un auténtico médico. El paradigma ético de Galeno se basaba en la responsabilidad adquirida por la buena práctica y el conocimiento de la verdad.

Anatomía Galénica
Galeno adquirió amplios conocimientos de la morfología humana en el «Museion» de Alejandría, ampliándolos considerablemente durante el período de tiempo en que ejerció como médico de los gladiadores en su ciudad natal. En una de sus obras, «Acerca de la utilidad de las partes del cuerpo humano», expone sus ideas sobre fisiología, fundamentadas en la obligatoriedad de los médicos de poseer suficientes conocimientos de anatomía para poder conocer la localización y respectivas funciones de los órganos, la única forma de poder identificar el lugar lesionado y, establecer un método de cura.

Entre sus obras más importante se encuentra, «Sobre las manipulaciones anatómicas», un trabajo de anatomía descriptiva compuesto por 15 libros. Es bien conocido que la anatomía galénica se fundamentaba en disecciones de animales, sobre todo en monos, ovejas y vacunos; aunque en Alejandría los conocimientos anatómicos se adquirían por medio de disecciones humanas, Galeno nunca las realizó y, en Roma, las leyes las prohibían. Es de comprender entonces que los resultados de las exploraciones del cuerpo animal, añadidos a sus conocimientos teóricos fueran las causas de algunos de sus errores anatómicos. A pesar de ello, la morfología humana alcanza su cenit con él.

Para hablar de la literatura galénica preferimos referirnos a los médicos historiadores que se especializaron en ella.                                            Daniel Le Clerc, en su libro «Histoire de la Medicine», publicado en 1696 lo menciona 914 veces.
Julio Leopoldo Pagel [1851-1912], consideraba la numerosa obra de Galeno como una enciclopedia médica.
Albert H. Buck, exprofesor clínico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, dice en «El Crecimiento de la Medicina» publicado en 1917, que «aquellos que desearan obtener más información sobre Galeno acudieran a Charles V. Daremberg», médico, académico, y profesor de historia de la medicina en la Universidad de París, cuya obra más famosa, «Historia de las ciencias médicas», fue publicada en dos volúmenes en 1870.

Listado parcial de las obras de Galeno citadas por Le Clerc
«Explicación de algunos de los términos antiguos empleados por Hipócrates»; «Sobre el establecimiento del arte de la medicina»; «Los Elementos, como los enseñó Hipócrates» (2 libros); «Definiciones de términos médicos»; «Sobre la importancia para el médico de una sólida formación en Filosofía»; «Acerca de la utilidad de las partes del cuerpo humano» (17 libros); «Sobre las manipulaciones anatómicas» (15 libros); «Los diferentes temperamentos» (3 libros); «¿Las arterias normalmente contienen sangre?»; «Los humores»; «Sobre la bilis negra»; «Sobre los huesos»; «La anatomía de los ojos»; «Disección de las venas y arterias»; «Disección de los nervios»; «Sobre la utilidad de las distintas partes del cuerpo» (17 libros.); «El órgano del olfato»; «Los movimientos de los músculos» (2 libros); «La fisiología de la respiración»; «Sobre el mantenimiento de la salud» (6 libros); «Las características de los diferentes alimentos» (3 libros); «Sobre la forma de vivir más adecuada para quienes desean preservar su salud» (3 libros); «Sobre las diferencias entre enfermedades»; «Sobre las causas de las enfermedades»; «Sobre los diferentes tipos de fiebres» (2 libros); «Sobre las partes del cuerpo afectadas» (6 libros); «Las enfermedades de la mujer»;» Los diferentes tipos de pulso» (16 libros); «Los diferentes tipos de orina»; «Sobre la manera de tratar las diferentes enfermedades» (17 libros); «Sobre los purgantes» (3 libros); «Sobre los cólicos»; «Sobre la ictericia»; «Sobre la gota»; «Sobre piedra en la vejiga»; y un largo etcétera.

Galeno murió en Roma alrededor del año 216 d.C.