LAS LEGENDARIAS MUJERES DE LA MEDICINA ANTIGUA
La adversa realidad que tuvieron que enfrentar las mujeres para poder estudiar y practicar medicina no debe ser maquillada con leyendas antiguas, ni con tergiversaciones modernas. No es necesario, y resulta contraproducente si no existen pruebas fehacientemente documentadas de su paso por la historia y de sus contribuciones al hacer médico.
También pretender ignorar la discriminación ejercida durante los siglos XIX y XX contra las mujeres que querían estudiar medicina constituye un error, el error que promueve la reacción reivindicativa contra el comportamiento androcrático de la clase médica de entonces, aceptado sin rubor por la mayor parte de sus integrantes, aunque, afortunadamente, no por todos.
Es lamentable, más que curioso, conocer que algunas mujeres tuvieron que fingir ser hombres para poder estudiar medicina, graduarse y ejercer como médicos. Entre ellas, James Barry (Margaret Ann), cuya historia realmente debe conocerse.
No importa las motivaciones que hubieran tenido para hacerlo, identificación de género, o él absurdo rechazo del magisterio médico de la época. A la doctora Elizabet Blackwell, le sugirieron que hiciera lo mismo, pero no aceptó. Esta indomable mujer que luchó incansablemente por su derecho a estudiar medicina fue la primera en graduarse como médico en Estados Unidos.
Antes de escribir sobre aquellas que a partir de la Edad Moderna esculpieron sus nombres en la historia nos referimos en este artículo a las que lo hicieron en las edades antiguas, conscientes de las opiniones que cuestionan su historicidad.
Por las divergencias encontradas en publicaciones impresas, en las «webs» y otros medios de información, decidimos proporcionar enlaces a algunas de las opiniones discrepantes.
Las legendarias mujeres de la medicina antigua
Merit Path, Peseshet, Aspasia, Agnócide, Cleopatra Metrodora, Trótula de Salerno
Merit Path
Nacida supuestamente alrededor del 2700 a.C, es considerada la primera mujer asociada a la historia de la medicina. Quizá su nombre Merit («Amada») de Ptah sugiriera su vinculación a los cuidados de la salud, por ser considerado Path un dios con poderes sanadores. Aunque sobre ella se ha escrito mucho su fama se ha desmitificado en los últimos años, debido a una posible confusión con Peseshet, otra mujer egipcia vinculada a la medicina que vivió en una época posterior a Merit.
Peseshet
Vivió en Egipto en época de la IV dinastía (c.2500 a.C). Considerada por algunos autores como la primera mujer de la historia relacionada con la medicina, se dice que en su época era conocida con el sobre nombre de “Supervisora de médicas”. Algunas opiniones la ubican como médica-cirujana del Faraón, y como partera graduada en la escuela de medicina del templo de Neit, ubicado en la antigua ciudad Sais (nombre griego de la capital de una de las subdivisión territorial del Antiguo Egipto, situada al oeste del delta del Nilo). En el templo se conserva una inscripción de la época que dice: «Vengo de la escuela de medicina de Heliópolis (ciudad ubicada al norte del Cairo) y he estudiado en la escuela femenina de Sais donde las madres divinas me han enseñado a curar enfermedades».
Sobre Merit Path y Peseshet
Cumpliendo con el propósito de proporcionar fuentes discrepanres sobre un determinado tema cuando fuese necesario, citamos dos artículos tomados de PudMed.
Merit Path, es ampliamente descrita en internet y en libros de historia popular como «la primera mujer médica y científica». Este ensayo explora los orígenes de esta figura, mostrando que Merit Ptah surgió en la década de 1930 cuando Kate Campbell Hurd-Mead malinterpretó un informe sobre una auténtica curandera del antiguo Egipto.
Cita autorizada
Kwiecinski JM. Merit Ptah, «The First Woman Physician»: Crafting of a Feminist History with an Ancient Egyptian Setting. J Hist Med Allied Sci. 2020 Jan 1;75(1):83-106. doi: 10.1093/jhmas/jrz058. PMID: 31755919.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31755919/
Peseshet
La excavación de la tumba de Akhet-Hetep en Giza reveló un monumento dedicado a su madre, Peseshet, quien se identifica con numerosos títulos importantes, entre ellos el de «Supervisora de las Médicas». Probablemente sea la médica más antigua del mundo. Ejerció durante la construcción de las grandes pirámides de Egipto, alrededor del año 2500 a. C.
Cita autorizada
Harer WB Jr, el-Dawakhly Z. Peseshet–the first female physician? Obstet Gynecol. 1989 Dec;74(6):960-1. PMID: 2685681.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2685681/
Aspasia. Roma (c. 470 a. C)
El trabajo pionero y los prolíficos escritos de Aspasia influyeron en todas las figuras importantes de la medicina bizantina, como el innovador de la cirugía Pablo de Egina (c. 625 – 690 d.C.)
Aspasia ganó fama como partera y ginecóloga, sentando los orígenes de la práctica obstétrica, tanto en lo que respecta a las técnicas tempranas de abortos inducidos como al manejo quirúrgico del fracaso temprano del embarazo. Parece haber intentado impresionar a sus pacientes embarazadas con la necesidad de tener mucho cuidado para evitar el aborto. Se les recomendó no dar paseos en carros ni excursiones, especialmente por caminos en mal estado, hacer ejercicio violento y preocuparse innecesariamente, no comer alimentos picantes ni transportar cargas pesadas.
Fuente
Tsoucalas, Gregory & Sgantzos, Markos. (2016). Aspasia and Cleopatra Metrodora, Two Majestic Female Physician – Surgeons in the Early Byzantine Era. Journal of Universal Surgery. 4. 55. 10.21767/2254-6758.100055.
Citation: Gregory T, Markos S. Aspasia and Cleopatra Metrodora, Two Majestic Female Physician – Surgeons in the Early Byzantine Era. J Univer Surg. 2016, 4:3.
Agnócide
Existen dudas sobre la real existencia de esta mujer, (350.a.C), fue una mujer ateniense que vivió en Grecia, 350 años antes de Cristo. Pertenecía a la clase social alta. Al no tener opción de realizar los estudios médicos como mujer, decidió hacerlo disfrazada de hombre. Ayudada por su padre viajó a Alejandra donde estudió con el célebre Herófilo de Calcedonia adquiriendo conocimientos de ginecóloga para poder ejercer como partera. Al regresar a Atenas, su éxito profesional motivó el recelo de sus colegas que la denunciaron a los tribunales, ante el cual tuvo que revelar públicamente su sexo. Fue debido al apoyo de las damas más influyentes de Atenas, a quienes había tratado exitosamente, lo que logró que la eximieran de ser castigada con la pena de muerte, por ejercer la medicina siendo mujer. Supuestamente estos acontecimientos propiciaron la modificación de la ley, que permitiría a todas las atenienses nacidas libres que aprendieran el arte de la Medicina.
Fuente
Vaquero Puerta, C., Brizuela, J. A., Del Blanco, I., Díez, M., García-Rivera, E., Hernández, C., & Flota, C. (2023). Mujeres cirujanas en la historia de la medicina. ANALES DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIRUGÍA DE VALLADOLID, (56), 52–69. https://doi.org/10.24197/aramcv.56.2020.52-69
Opinión discrepante de la descripción anterior
https://mistakinghistories.uk/2017/10/18/agnodice-reading-the-story/
https://mistakinghistories.uk/2017/04/30/when-agnodice-became-a-handbag/
https://mistakinghistories.uk/2017/04/29/agnodice-down-and-dirty/
Cleopatra Metrodora (c. 200-400 a.C),
A esta mujer muy citada en diferentes medios modernos se le atribuyen numerosos tratados médicos que tratan sobre ginecología y obstetricia. No obstante, sorprende que famosos médicos, no muy alejados de la época en que ella ejerció sus conocimientos, no la mencionaran en sus obras;
entre ellos Oribasio, Pablo de Egina, Alejandro de Tralles y otros más que hacen más que debieron haberlo hecho. ¿No lo hicieron por desdén a sus méritos, por ser mujer, o porque no le adjudicaron verdadero valor a sus conocimientos, prácticas y escritos?
Sin importar la respuesta, lo cierto es que a ella se le atribuye el texto más antiguo escrito “Sobre las enfermedades y cuidados de las mujeres”.
Dos fuentes distintas aluden a un manuscrito existente en la «Biblioteca Laurentina» de Florencia, Italia, que data del siglo XII. En una se confirman las opiniones expresadas antes, acreditando la importancia de su trabajo¹. La otra fuente, refiriéndose al mismo manuscrito dice que «conserva una colección de remedios médicos atribuida tradicionalmente a una escritora, por lo demás desconocida, llamada Metrodora. En este artículo, refuerza el argumento de que probablemente sólo la primera parte del texto era una composición original, mientras que las partes dos y tres son extracto de otros autores de medicina» ².
Fuentes
¹https://www.researchgate.net/publication/314079651_Aspasia_and_Cleopatra_Metrodora_Two_Majestic_Female_Physician_-_Surgeons_in_the_Early_Byzantine_Era
²https://www.academia.edu/38383448/_Metrodoras_Work_on_the_Diseases_of_Women_and_their_Cures_in_Estudios_Bizantinos_6_2018_89_110
Trótula de Salerno.
Sobre ella se ha escrito mucho, pero como ha sucedido con algunas de las que le precedieron, sus aportes a la medicina también han sido cuestionados. Sobre sus orígenes poco se sabe. Es conocida también como Trótula de Ruggiero, por creerse que descendía de una aristocrática familia normanda con ese apellido, pero no existen documentos fiables que confirmen su fecha de nacimiento y permitan conocer dónde y cómo se desarrollaron sus primeros años de vida, que se supone transcurrieron entre c1010 y 1080 a.C.
En lo que sí coinciden muchos investigadores es que Trótula fue la primera mujer en estudiar y ejercer como profesora en la famosa escuela de medicina de Salerno, haber sido esposa de Giovanni Plateario y que sus dos hijos Matthaeus y su hermano Johannes estudiaron también medicina en la escuela salernitana.
Entre sus obras más importantes se mencionan, «De mulierum passionibus ante in et post partum« (Sobre los sufrimientos de las mujeres antes y después del parto) que trata sobre ginecología y obstetricia en la que aborda temas como la menstruación, la concepción, el embarazo, el parto y el control de la natalidad, además de diversas enfermedades ginecológicas y sus remedios.
Su otro famoso tratado, «De Ornatu Mulierum» («Sobre el ornamento de las mujeres»), enseña a conservar, mejorar la belleza y tratar las enfermedades de la piel mediante una serie de preceptos, consejos y remedios naturales. En esta obra proporciona lecciones de maquillaje, sugiere la manera de eliminar las arrugas, la hinchazón de la cara y los ojos, eliminar el vello no deseado del cuerpo, aclarar la piel, ocultar manchas y pecas, lavar los dientes y quitar el mal aliento, teñir el cabello, depilarse, tratar los labios y las encías agrietadas.
Conclusión
Al margen de las opiniones divergentes sobre la vida y obra de esta mujer existe una opinión generalizada que avala su presencia en la Facultad de Medicina de Salerno, donde fue estudiante, profesora, y médica practicante. Por su exclusivo interés en las enfermedades que afectaban a las mujeres y a su salud en general es considerada por muchos historiadores como la primera ginecóloga-obstetra de la historia, quien abogó incluso por la utilización de opiáceos durante las labores del alumbramiento, oponiéndose a la creencia cristiana de la época que consideraba que las mujeres debían experimentar el máximo sufrimiento durante el parto como castigo por el pecado de Eva. Además, también revolucionó el campo de la medicina al sugerir que los hombres también podían ser infértiles.