Medicina Islámica
Con la conquista de La Meca en el 630 d. C. comienza Mahoma la unificación político-religiosa de la península arábiga y la consolidación de la fe islámica. Después de su muerte la nueva religión monoteísta se expande sorprendentemente convertida en la avasalladora fuerza invasora creadora del imperio musulmán.
Entre los siglos VII y VIII la expansión árabe no solo sumaba territorios a su imperio, también incorporaba recursos intelectuales relacionados con el progreso de las ciencias a su cultura. Resulta necesario señalar que las conquistas árabes se diferenciaban sustancialmente de las bárbaras hordas germánicas que pusieron fin al Imperio Romano. Mientras aquellas se caracterizaban por su brutalidad e ignorancia, los árabes se destacaban por incorporar a su cultura la sabiduría de los filósofos occidentales, Platón, Aristóteles, Euclides, Pitágoras, Heródoto, Hipócrates, Galeno, etc.
Como cuenta Lucien Leclerc en Historie de la medicine árabe, tomo I, los gobernantes árabes no escatimaron esfuerzos en buscar los mejores traductores de le época para hacerse del saber occidental. Fue durante el califato de Harún al-Rashid (786-789 d.C.), famoso también por su relación con los cuentos y leyendas populares árabes, que se estableció la Casa de la Sabiduría, o Gran Biblioteca de Bagdad, realmente un centro de enseñanza universal.
Una de las figuras más destacadas del siglo IX, fue Hunayn ibn Isḥaq, latinizado como Joannitius, un árabe cristiano nacido en 809, considerado el traductor más productivo de tratados médicos y científicos griegos de su época.» La maravillosa extensión de sus obras, su excelencia, su importancia, las dificultades que soportó al comienzo de su carrera, todo en él despierta nuestro interés y simpatía. Si él no creó realmente el movimiento del renacimiento oriental, ciertamente ningún otro realizó una actividad más decidida y fructífera» Entre los médicos musulmanes persas que más se destacaron sobresalen Rhazes y Avicena. En ocasiones confunden los elogios que a ambos se hacen. Refiriéndose a Rhases un autor dice «fue el más ilustre de los médicos de Persia y probablemente el representante más distinguido de la ciencia médica musulmana». Posteriormente, hablando de Avicena escribe, «Entre los médicos islámicos del siglo XI, Avicena es sin duda uno de los que debería situarse en primer lugar»
Rhazes nació alrededor del 850 en Raj, territorio de la antigua provincia persa de Khorassan. Después de recibir su formación profesional en Bagdad se instaló en su ciudad natal, de cuyo hospital local fue director, como también lo fue de uno nuevo fundado un Bagdad en el 902. No mucho tiempo después regresó a Raj, donde vivió la mayor parte de su vida y falleció en el 932.
Muy estimado por sus contemporáneos, Rhazes era considerado por ellos como el Galeno árabe. A él se le atribuyen unos 237 escritos, la mayoría relacionados con temas médicos, tratando los otros sobre química, anatomía y filosofía. Su obra más importante, como admiten todos los críticos, es la comúnmente conocida «Liber Continens» (Contenido). En esta obra, dividida en veintidós libros, Rhazes presenta de forma condensada las opiniones de sus predecesores sobre las cuestiones más importantes de la ciencia médica, luego añade a ellas las conclusiones de su propia experiencia.
También escribió otros tratados, entre ellos, el «El libro completo sobre medicina» (Al-Hawi ) compuesto por 10 libros que fue considerado por los médicos contemporáneos y otros que le siguieron una de sus obras más importantes.
Los temas de todos sus escritos trataban sobre anatomía, temperamentos, sustancias alimenticias, medicamentos, higiene, cosméticos, métodos a seguir para viajar, venenos, enfermedades en general, y fiebres. En un tercer tratado se refiere a la descripción y tratamiento de la viruela y del sarampión. A él –decía Osler– «le debemos la primera descripción precisa de la viruela, que diferenció del sarampión».
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos posee la copia más antigua registrada del Al-Hawi. Su última página aparece fechada en 1049.d.C. (Islamic culture and medical arts, NIH- National Library of Medicine)
Avicena (980-1037) fue considerado el más sobresaliente de los médicos musulmanes. Conocido durante la Edad Media como rival de Galeno, fue una de las figuras más relevantes de la época. Desde niño se destacó como estudiante, mostrando cuando joven su pasión por las matemáticas y la astronomía, por la filosofía y la medicina, considerando la última como «una materia fácil, no tan difícil como las matemáticas». Este singular estudiante no sólo se destacó en las ciencias, también lo hizo como escritor. En «El libro de la curación», un tratado escrito entre los años 1014 y 1020, se refiere propiamente a la «cura del alma», mostrando en el texto sus conocimientos sobre filosofía, metafísica, y lógica. En este libro no alude a la medicina como tal, donde lo hace es en el «El canon de medicina», compuesto por cinco libros que incluyen, en el primero, ensayos sobre principios médicos y fisiológicos básicos, anatomía, régimen y procedimientos terapéuticos generales; en el segundo presenta una lista de sustancias medicinales, ordenadas alfabéticamente, seguido por un ensayo sobre sus propiedades generales; en el tercero y cuarto, se refiere recíprocamente al diagnóstico y tratamiento de enfermedades específicas de una parte del cuerpo, de fiebres, obesidad, y otros trastornos que afectan su salud; en el quinto establece un formulario de remedios compuestos. El Canon es considerado su obra más famosa y la más representativa de la medicina grecoislamica. No deja de ser notable la influencia que tuvo no solo en la medicina medieval, sino también, en la medicina moderna.
Medicina árabe de Al-Ándalus
Hispania llamaban los romanos a la península ibérica, uno de los territorios más importantes del Imperio occidental. Su conquista y anexión oficial como provincia se produjo entre los años 218 al 19 a.C. Invadida y ocupada posteriormente por diferentes pueblos germánicos terminó siendo sometida por los visigodos, que la ocuparon desde el 625 al 711, fecha en que comenzó el dominio árabe.
El mundo árabe poseía entonces dos califatos, el de Bagdad en Oriente y el de Córdoba, en España, siendo Al-Ándalus el nombre por el que conocían la península ibérica, aunque algunos autores estiman que el nombre se aplicaba nada más a los territorios conquistados entre los años 711 y 1492.
Para los autores árabes medievales el término aplicaba a los territorios ocupados en España, y a los que actualmente pertenecen a Portugal, Francia, Andorra, y el territorio británico de Gibraltar.
Muchos fueron los médicos árabes destacados en la España ocupada, y muchos sus aportes a la medicina de entonces, pero no a todos podemos referirnos en tan poco espacio disponible. No obstante, mencionaremos seis de los más destacados y, brevemente, describiremos sus obras.
Abulcasis (Córdoba 936-1013)
Fue considerado uno de los más grandes médicos árabes, se destacó en los campos de la medicina interna, la cirugía y la oftalmología.
Aunque se estima que comenzó a destacarse como médico siendo muy joven, su reputación provino realmente de los tratados que escribió sobre cirugía, y como autor de otros trabajos médicos recopilados en el “El Tesrif”, «El método de la medicina», una colección dividida en treinta partes o libros que, según Leclerc, constituye una auténtica enciclopedia.
En el curso de sus observaciones sobre el valor del tratado quirúrgico escrito por Abulcasis, dice: «Este libro siempre será considerado, en la historia de la medicina, como el primer tratado científico formal y distinto sobre cirugía».
Lucien Leclerc, Historia de la medicina árabe, Tomo II, Páginas 81-82.
Avenzoar
Nació alrededor de 1090-1162 en Sevilla , en la España islámica. Por su padre también estudió medicina y por él conoció las obras de Galeno e Hipócrates. Posteriormente fue profesor y amigo de Averroes a quien según se dice dedicó su obra más famosa, Al-Teisir «Libro de simplificación de la terapéutica y la dieta».
Cuando Averroes, escribió su propia enciclopedia médica, Al-Kulliyat, «Las generalidades», elogia en ella la obra de su profesor y amigo.1
1Library of Congress, Book of Simplification Concerning Therapeutics and Diet
https://www.loc.gov/item/2021666771/
Avenzoar fue un hombre extremadamente práctico al que no le gustaban las especulaciones médicas, siendo ésta una de las razones, se aduce, por la que discrepaba de las enseñanzas de Avicena. En el Al-Teisir, traducido posteriormente al hebreo y al latín, describió la «pericarditis», la inflamación del saco membranoso que rodea el corazón, y los «abscesos mediastínicos» que afectan a los órganos y tejidos de la cavidad torácica encima del diafragma, excluyendo los pulmones; también describió los procedimientos quirúrgicos para la traqueotomía, la escisión de cataratas, y la extracción de cálculos renales.
Escribió sobre la contracción y dilatación excesiva de la pupila, «miosis y midriasis» y abogó por el uso de la planta narcótica mandrágora para el tratamiento de enfermedades oculares.
Fuente, Britannic Encyclopedia, Ibn Zuhr,
https://www.britannica.com/biography/Ibn-Zuhr
Averroes
Averroes es considerado por algunos autores como uno de los alumnos más distinguidos de Avenzoar. De hecho, su famosa obra, el Teïssir, fue dedicada a él. Gracias al historiador y filósofo francés Ernest Renan, un mayor conocimiento sobre Averroes comenzó a partir de 1852.
Nacido en Córdoba en 1126, fue miembro de una importante familia, muy apreciada por el servicio público que prestaban en el ámbito legal y religioso de la de la ciudad. Siendo muy joven comenzó sus estudios, y muy joven comenzó a destacarse por su capacidad intelectual. Ya en su madurez poseía una gran reputación como intérprete de los escritos de Aristóteles y, aunque notoriamente más amante de la filosofía, no restó atención a otros estudios, sobre las leyes islámicas, matemáticas, astronomía y medicina.
Su obra «Principios generales de la Medicina», «Collinet», parece según algunas opiniones de sus contemporáneos, que tuvo tanta aceptación como el Canon de Avicena. Compuesta por siete libros, cada uno de ellos tratando temas específicos, distribuidos organizadamente siguiendo un orden, Anatomía, Salud (Fisiología), Enfermedades, Signos o Síntomas, Agentes curativos y alimentos, Preservación de la salud y Tratamiento de las enfermedades.
Maimónides
Moshé ben Maimón, a quien Leclerc considera uno de los judíos más importantes de la historia. nació en Córdoba, en 1135. A la edad de trece años, y desde entonces hasta los treinta, se vio obligado bajo la presión de las circunstancias a profesar, al menos exteriormente, la fe del Islam. Durante el intervalo de diecisiete años se dedicó exclusivamente a sus estudios. En 1160 acompañó a su familia a Fez, Marruecos, y cinco años más tarde se instaló en Egipto. Para ganarse la vida se dedicó al tráfico de piedras preciosas, continuando al mismo tiempo sus estudios y ejerciendo cierta práctica médica. No mucho después se ganó el favor del visir Fadhl Beissâny, amigo del sultán Saladino (de Egipto y Siria), siendo aceptado como uno de los médicos de su corte. Esto le permitió abandonar por completo el comercio, prosperando en el ejercicio de la medicina, llegando a ser muy estimado en su comunidad. Murió en 1204.
Entre sus libros escritos, generalmente en árabe, se destacaron: «Comentario a los aforismos de Hipócrates», «Aforismos de Maimónides», «Resumen de los escritos de Galeno», «Una carta relacionada con el tema de higiene personal», «Tratados sobre asma, hemorroides, venenos drogas, y artículos dietéticos. También tradujo una de las obras de Avicena.